Ansïa – Leviatán

Ansia

Ansïa - Leviatán

Mejor track: Cordura

1000 kilómetros exactos son los que separan Barcelona de A Coruña, y yo me los acabo de hacer en menos de 30 minutos. Es lo que dura esta locura hobbeliana llamada Leviatán. Es el nuevo LP de los ya experimentados Ansïa, que se lanzan a “Quemar el mundo” con una antorcha de crust auténtico y sin artificios, de sabor Galicia, de parche oscuro como la noche misma.

Un disco del que a priori se espera voz política y sin embargo los versos te desmenuzan el corazón a base de mensajes heridos, soledades y tristezas. Crear, destruir, dejar de soñar y despertar. Así te envuelve Ansïa en su inicial blast beat agresivo de la homónima “Leviatán”, corte de trémolos agudos que no requieren de colchones hiperproducidos. Crust real, del que llena el aire de desesperanza y no de armonías. Como debe ser.

Que favor nos hizo Ekkaia, que influencia más maravillosa para todo aquel que les haya degustado con paciencia. Está claro que Ansïa sabe de lo que hablo, sus octavas me lo corroboran sin tener que preguntarles. Porque es que entre “Ases y Reyes” vuelvo a cabalgar atresillado, con ese blast de cajas a contras tan característico. Ese blast que en definitiva es Dbeat, pero que va tan acelerado que se disfraza de Blast para llegar al punto perfecto donde el crust se abraza con el screamo francés de los ya extintos Mihai Edrisch, o al que nos tienen últimamente bien acostumbrados los gallegos Tenue. Una fórmula exquisita que sabe como enamorar a los que llevamos en la brecha tiempo a caballo de estos géneros.

Cordura” es quizás el corte más maravilloso de este viaje desolador. No es un tema que sorprenda con hiperestructuras. Es la “frase del menos es más” hecha riffs y armonías. Un corte de bajo a rebote para acolchonar la típica melodía que sabe perfectamente como encontrar tu punto G cerebral.

Melodía de las que no olvidas. De las que se corean como si de estribillos se tratase. Repique de bombos entre rides que te transportan cada vez más hacia el fondo de un agujero emocional. Melodía que sólo se entrecorta por un solo de los que te desgarra sin que te des cuenta. Con disimulo. Puesto en el punto justo de la herida, sin protagonismo ni exposición, y siempre sumando al colectivo. Podrían repetir este riff hasta el infinito y seguiríamos pidiendo que no acabase nunca.

Pero acaba, lo hace en “De Mi Rosto, La Sonrisa” y Ansïa se anima a jugar en la liga de Fall Of Efafra. La liga del Dbeat ralentizado, el que no corre porque no quiere. Ni falta que le hace, porque cuando la canción llega a gatas de nuevo hasta el ride, las corcheas te sumergen de nuevo en esas armonías que ya son características de este disco. Las saben como atraparte y no soltarte.

Y así continúo hasta que me enfrento al Everest de este disco, nueve minutazos instando a que me escape. “Escápate” es un corte no difícil de describir. De hecho, es premonitorio. Un corte avisor y no traidor, que si eres uno de aquellxs amantes del crust al que le gusta pintarse de vez en cuando la cara de color black metal, casi que puedes imaginarte la evolución que la canción tendrá en los 9 minutos que tienes por delante. Y llega, como era de suponer, el “blast beat a tierra” esperado durante casi todo el disco. El heredado del Death y que le queda tan bien a este tipo de crust crudo cada vez que lo viste con orgullo.

Sin embargo yo sigo esperando mi momento favorita de esta peli que ya he visto. Estoy esperando, con paciencia, porque sé que va a llegar. Me acerco al ecuador de este corte sabiendo que la mágica catarsis crust del dbeat está al caer. Se me eriza el pelo de los brazos de solo pensarlo. Torturan mi piel, efectivamente, ellos mismos me lo dicen mientras espero.

Dádmelo ya, lo necesito. ¿Queréis que escape? Dadme motivos para correr. Hasta que llega, el minuto 5 es mi minuto, gracias por tanto. Las hormigas reptan hasta la sien, la guitarra repite riff guerrero en bucle, mientras el bajo armoniza de manera galáctica y enhebra epicidad sonora tras epicidad sonora. Se debate con “Cordura” el podio. Me lo tendría que pensar.

Me despido de este gran disco, teniendo que reconocer muy a mi pesar que “Basura”, la versión final de “Cachorrxs de nadie” que cierra este disco, me sobra y hasta cierto punto me fastidia un poco. Este disco debería haber acabado en el corte anterior para terminar de ser maravilloso. Para dejarme en la boca el buen sabor de los cortes que caracterizan a Ansïa a lo largo de todo el trabajo. No es una mala canción, tiene pasta de himno, pero en mi opinión de mierda que nadie debería escuchar, se carga un poco la energía de este gran disco que en términos generales tiene la sal desesperanzadora en su regusto general y que no “matchea” con este punk ennegrecido con el que pretenden despedirse.

No obstante, esto es un punto menor al fin y al cabo, porque solo tengo palabras de agradecimiento a Ansïa por este gran trabajo y sobre todo por su persistencia en el panorama, su autenticidad y su color plural. Enhorabuena por este gran trabajo desolador que estamos seguros que pasara a los anales de este género local que ya es escuela.

Fernando Lamattina

Fernando Lamattina

Fer es guitarra en SVDESTADA (Madrid Neocrust / Post HxC) y llora a menudo en HOY ES SIEMPRE TODAVÍA (Madrid y Sevilla Post HxC). Edita discos de emo y screamo en PUNDONOR RECORDS. A través de DIYTOPIA COLLECTIVE participa como co-presentador en "Diytopia Podcast", realiza reviews de los discos DIY más novedosos, presta su sofá siempre que puede, y hace desayunos de escándalo a las bandas que pasan por Madrid. No se gana la vida con nada de esto, puro amor al DIY.

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