Alabados sean aquellos que vuelven como si pareciera un accidente. Una Virgen cabalgando alada sobre un dbeat endemoniado. Es un nuevo trabajo religioso que se abre con “Los que no existen“, es Virgen, aquellos emocores del “Cada vez” adolescente que reaparecen con soberbia sobre el track.
Una voz inesperada, rozando el black metal de los locales Khmer pero a hombros de menos miedo armónico, jugando sobre un hardcore de galones. Un ep frenético, que en “Han quemado las banderas” se trasmuta a un Comeback Kid de humor Modern Life Is War pero con la furia de Converge. Maravilla de asesinato a punta de velocidad y martilleo.
Virgencita que bien le han sentado los años a la Virgen. Blast Beat de cajas perfectas para entrar en “Como Animales d’Asequia“, haciendo honor a la Vega Baja, tierra de talento donde la haya, un Post Hardcore guerrero, sorpresa tras sorpresa para quien no les recordaba así, se eleva la nostalgia entre armonías decadentes y afinaciones colganderas.
Sintes maduros en “Se Ocultan” y entrada post metal para traspasar el ecuador de este EP desgarrador de mi materia gris. “Para que Parezca un Accidente” hace su entrada y les creo reconocer. Coño, ¡pero si son Virgen! Que bueno reencontrar el regusto de su esencia en el tema más homónimo de este trabajo. La viva carne de la palabra evolución inteligente.
Se cierra el juego con título pretencioso. Espero mucho de “Y Demostrar Que Sólo Luchando Se Aprende El Camino” y me encuentro riéndome de mis expectativas. Esto es más de lo que podría esperar. Canción que amaga y se ríe de ti con su risa de outro. Ideas podridas a fuego, en un medio tiempo de huesos heridos, hardcore hooligan para hacer de la canción algo colectivo, transporte directo a nuestro destino. Una canción que sin dejar de ser despedida te deja con ganas de una explosión que no tienes dudas de que llegará. Quizá no ahora, quizá no pronto, pero llegará.
Gracias por volver, os amarraremos fuerte a base de escucha eterna, para que no volváis a desaparecer de nuestras vidas. Necesitábamos a la virgen, y la virgencita apareció. Amén.